La llegada del buen tiempo viene acompañada de la presencia de mosquitos. El calor y la humedad forman su hábitat ideal y, con las altas temperaturas, solemos dormir con las ventanas abiertas, lo que facilita su entrada en el hogar. Por eso os queremos hablar de sistemas antimosquitos para niños.
Muchos de los insecticidas que encontramos en el mercado no son aptos para los más pequeños por su alta toxicidad, pero hay otros formulados con componentes naturales que no perjudican la salud y pueden ser una buena opción. El tercer grupo de antimosquitos para niños son aquellos que funcionan por emisión de ultrasonidos.
Estos últimos dispositivos no emanan sustancias químicas, sino que funcionan emitiendo ultrasonidos que molestan a los insectos. Son silenciosos para el oído humano y Chicco los fabrica en distintas versiones: domésticos (funcionan conectados a la corriente y tienen un bajo consumo) y portátiles (tienen una batería alcalina de 1,5 voltios con una duración aproximada de cien horas).
Los antimosquitos para niños portátiles tienen unas dimensiones reducidas y una pinza para engancharlos al cinturón o cualquier otra parte cercana al usuario. Para la habitación del niño, Chicco cuenta con una versión antioscuridad que emite una pequeña luz para aquellos a los que no les gusta la oscuridad completa.