Cada vez existe mayor conciencia de la necesidad de respetar y proteger el medio ambiente y eso es algo que se interioriza y se pone en práctica mejor si se aprende desde la cuna. Educar para que los niños amen la naturaleza y sepan respetarla no es sólo una obligación moral o una deuda con nuestro entorno, sino que, además, ofrece a los pequeños de hoy una oportunidad de oro para desarrollarse, jugar e interactuar con el medio, que es la mejor forma de recuperar el vínculo con la tierra.
Los libros enseñan muchas cosas, pero no hay nada mejor que el contacto directo con la naturaleza para aprender a respetarla. Desde Pharmabuy, os queremos dar algunos consejos y hacer algunas propuestas para que vuestros hijos se conviertan en aliados de este maravilloso lugar que hemos heredado y que debemos proteger.
- El amor implica conocimiento, por ello es importante que los niños, desde bien pequeños, sepan que los árboles y los bosques son seres vivos y qué papel juegan en la cadena humana. Intenta que el medio natural forme parte del día a día de tus hijos. Incluso si se vive en una zona urbana, siempre hay zonas ajardinadas, arboledas o espacios verdes que se pueden visitar para propiciar el acercamiento.
- Enseña a tus hijos buenos hábitos en su día a día para concienciarlos sobre la necesidad de proteger los recursos naturales. Que aprendan a hacer un consumo responsable, a ahorrar agua, a apagar luces cuando no son necesarias, a reutilizar objetos que se pensaban tirar.
- Enséñales a separar y reciclar residuos (el papel, el plástico y el vidrio tienen su sitio, pero también hay depósitos especiales donde se pueden llevar las pilas, las bombillas, las radiografías y casi cualquier material que se va a desechar).
- Ofrece a los niños experiencias que le permitan conocer el proceso natural. Planta con ellos semillas de flores o frutos para que puedan comprobar su evolución, implícalos en el cuidado de las plantas (basta con unas simples macetas o incluso con envases vacíos de yogur para hacer un semillero), llévalos al vivero a elegir lo que quieren sembrar.
- Si el espacio te lo permite, construye un pequeño invernadero y déjalo que te ayude a mantenerlo. No hace falta invertir dinero en ello, con el plástico que envuelve un colchón y la estructura de una caja puedes fabricar tu pequeño espacio de cultivo y le estarás enseñando, no sólo a sembrar y cuidar las plantas, sino a reutilizar materiales para darles una nueva vida.
- Si tienes jardín, aunque sea pequeño, puedes crear tu propio espacio de compostaje para utilizar los residuos orgánicos como abono.
- Deja que hagan suyo el proyecto, que tengan su propia flor, su maceta, su árbol, porque quien alguna vez ha plantado un árbol y ha sido testigo de su crecimiento, siempre será más consciente de la necesidad de respetar la naturaleza.
- Lleva a los niños al campo, haz excursiones, senderismo, acampadas cuando la ocasión lo permita. Túmbate en el suelo para ver las estrellas, cría gusanos de seda, déjalos saltar por los montes… Es el mayor legado que todos hemos heredado, es importante que lo sepan y que lo vivan como un regalo maravilloso que deben perpetuar para cederlo a sus hijos llegado el momento…