El ejercicio físico y el juego dinámico a través del propio cuerpo forman parte del desarrollo del niño. Es más, esa actividad es vital para la adquisición de habilidades, no sólo para el dominio de la psicomotricidad, sino también para el desarrollo intelectual. Los niños juegan, corren, saltan y alborotan, así son, y no podemos pedirles que se comporten de otro modo porque sería ir contra su naturaleza. Por eso, si tienes un superhéroe en casa, es importante que tengas a mano la famosa barrita de Arnidol.
¿Y qué es el Arnidol? Pues un gel en barra que alivia y refresca la piel tras un golpe y evita la aparición de morados y grandes chichones. Está compuesta por árnica y harpagofito, dos ingredientes de origen natural que calman y refrescan la piel.
Su formato en stick hace que resulte de fácil aplicación y que dure mucho, mucho tiempo (más de doscientas aplicaciones). No deja manchas, no deja olor y, sobre todo, reduce la inflamación ocasionada por los golpes y alivia el dolor. Es, por tanto, uno de esos productos ‘imprescindibles’ cuando se tienen niños en edad de salvar el mundo, y su precio apenas supera los seis euros.
¿En qué casos se recomienda aplicar Arnidol? Cuando se producen caídas y golpes que causan lesiones externas, sin herida abierta. Es decir, los típicos tropiezos que provocan un chichón o un cardenal. Se puede aplicar tantas veces como se desee, pero lo ideal es hacerlo inmediatamente después del golpe para reducir la hinchazón.
Como ya sabéis, la inflamación producida tras un golpe se puede reducir con la aplicación directa de hielo o algo frío sobre la zona accidentada. Arnidol es ideal para llevarlo en el bolso y usarlo cuando no tenemos hielo a mano, que suele ser casi siempre que estamos en la calle, el lugar ideal para que los pequeños superhéroes padezcan sus ‘heridas de guerra’.
¿Qué precauciones hay que tomar? Aunque está formulado con plantas naturales, hay que evitar el contacto directo con los ojos y la ingestión del producto. Tampoco debe aplicarse sobre una herida abierta. Ya sabéis, que no esté al alcance de los niños pero sí al vuestro, es casi seguro que lo usaréis con frecuencia.
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