Ya nadie duda de los efectos nocivos que puede tener una exposición solar excesiva sobre la piel. Atrás quedaron los tiempos en que, en busca de un bronceado rápido, se aplicaban aceites y otros productos sin filtros protectores sobre la piel. No obstante, aunque la toma de conciencia en cada vez mayor, hay muchos factores que se deben tener en cuenta antes de exponerse al sol para garantizar la seguridad y lograr el resultado estético deseado.
En primer lugar, y más allá de los beneficios que puede tener el sol por su acción terapéutica en diversas enfermedades y su contribución a la formación de la vitamina D, conviene saber que son las radiaciones ultravioletas las responsables de la formación de eritemas en la capa epidérmica, las quemaduras, el envejecimiento de la piel y algunas enfermedades que revisten mayor gravedad.
La radiación ultravioleta se descompone, asimismo, en los rayos UV-A, que provocan la pigmentación directa y, a medio y largo plazo, otros fenómenos como el envejecimiento, la elastosis o el cáncer de piel; y los rayos UV-B, causantes del eritema solar y desencadenantes de la verdadera pigmentación cutánea. La radiación UV-C, que sería letal para el ser humano, es detenida por la capa de ozono.
Consejos para una exposición solar segura
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no se debe tomar el sol de 11 de la mañana a 4 de la tarde, la exposición debe ser progresiva y es recomendable utilizar gafas solares, gorras o sombreros y camisetas en caso de permanecer mucho tiempo al sol.
Las medidas de protección deben intensificarse cuando se trata de menores y, en el caso de los bebés, no debería darse una exposición directa: siempre bajo la sombrilla, con ropa ligera, filtros solares y fuera de las horas de riesgo.
Además, es importante tener en cuenta que el sol también actúa sobre la piel cuando caminamos por la calle, y no sólo cuando, concienzudamente, nos exponemos a él en la playa, el campo o la montaña. Por ello, al menos en los meses más soleados (primavera y verano), la aplicación de cremas protectoras debería ser una rutina, incluso aunque el día esté nublado.
Productos: La Roche-Posay Anthelios, Isdin, Avene Solar
Básicamente, los productos solares se dividen en tres categorías: bronceadores, fotoprotectores y productos de aplicación tras la exposición al sol. Los bronceadores son aquellos que, tras su aplicación, aceleran la pigmentación de la piel, bien porque contienen sustancias que la tiñen (bronceadores sin sol) o bien porque absorben la radiación utravioleta provocando una hiperpigmentación (bronceadores con sol). Este último grupo puede tener efectos secundarios y, con un mal uso, puede desencadenar daños en la epidermis que, en algunos casos, no se manifiestan hasta pasados 10 o 20 años.
Nosotros nos centraremos en los fotoprotectores que, tras la aplicación tópica, previenen los daños ocasionados por la radiación solar permitiendo un bronceado progresivo y sano. En esta categoría se pueden diferenciar distintos tipos de filtros solares.
Los fotoprotectores físicos (o de pantalla) son aquellos que reflejan la luz y actúan como una barrera que impermeabiliza la piel de la radiación ultravioleta, así como de la luz visible y de los infrarrojos. Previenen el eritema y evitan el bronceado.
Los fotoprotectores químicos absorben la radiación solar ultravioleta y transforman la energía en otra distinta e inocua para la piel, permitiendo el bronceado y previniendo los daños ocasionados por la radiación UV-B.
Los filtros organo-minerales son de reciente comercialización y constituyen un híbrido entre las dos modalidades anteriores, de manera que actúan absorbiendo y reflejando la radiación solar, con un resultado que garantiza la seguridad y protección y permite el bronceado. Y, por último, los fotoprotectores biológicos son antioxidantes que potencian el subsistema inmunológico cutáneo.
Cómo elegir el fotoprotector idóneo
Antes de elegir un tipo u otro de filtro solar, hay que tener en cuenta que los fotoprotectores sólo son beneficiosos si se usan de forma adecuada: aplicados unos 30 minutos antes de la exposición solar, con repeticiones cada dos horas y tras los baños y con un factor de protección acorde a cada tipo de piel.
Las personas de ojos claros y piel muy blanca y con pecas siempre necesitarán mayor grado de protección que las personas de piel morena. Para elegir un filtro solar adecuado, tenemos que considerar nuestra tipología cutánea y, en función de ella, escoger un producto con un mayor o menor Factor de Protección Solar (FPS). En el caso de los bebés mayores de seis meses (en los menores se desaconseja totalmente la exposición solar) y niños, el índice de protección debe ser siempre superior a 30.
El FPS es un índice que mide la capacidad protectora de un filtro frente a los efectos nocivos del sol. Este factor indica el número de veces que el filtro solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de que aparezca el eritema, de manera que un FPS de 15, por ejemplo, indica que con el fotoprotector el eritema tarda en aparecer 15 veces más que sin él.
La mayoría de las marcas que trabajan con fotoprotectores cuentan con una amplia gama que incluye, además de los distintos grados de protección y resistencia al agua, productos específicos para su aplicación facial (como Sensilis Crema Solar Facial), de uso pediátrico (Isdin o Sebamed), cremas con color (La Roche-Posay Fluido Extremo con Color) y filtros solares en formato spray, de fácil aplicación (Avéne Solar Spray SPF 50+).
Avéne es una de las marcas preferidas para la aplicación en niños, puesto que, además de su elevado FPS, es muy resistente al agua y protege tanto de los rayos UV-A como de los UV-B. Su efecto antioxidante refuerza la barrera cutánea y su presentación en formato spray permite una aplicación más fácil.
En el caso de La Roche-Posay Anthelios, la marca cuenta con un spray especialmente indicado para la piel de los niños que protege de los rayos UV-A y UV-B y que posee unos filtros solares patentados.
Isdin, por su parte, está indicado para la protección de pieles hiperreactivas al sol, fotodermatosis, fotosensibilidad debida a ciertos medicamentos, manchas pigmentarias, manchas del embarazo, envejecimiento prematuro y alteraciones inmunológicas.
En Pharmabuy, hemos organizado un nuevo sorteo para nuestros seguidores. Para participar, sólo debes decir cuál de estas marcas es tu preferida: Avéne, Isdin, La Roche Posay Anthelios y Sensilis Beauty Sun. El día 4 de junio realizaremos un sorteo aleatorio y regalaremos al ganador/a (con gastos de envío incluidos) una crema fotoprotectora facial y un fotoprotector corporal de la marca que haya elegido.
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