La limpieza del cutis

Cuidados básicos del rostro: las cremas faciales

La limpieza del cutis

Dicen que la cara es el espejo del alma y, de alguna manera, nuestro rostro refleja cómo hemos vivido el paso del tiempo y esconde una parte importante de nuestra identidad. Es imposible -y poco deseable- evitar la huella de la experiencia en el rostro, al menos sin cirugía, pero es cierto que la genética influye mucho y también que existen cuidados que nos permiten envejecer mejor y, claro está, cremas faciales.

Esos cuidados comienzan por nuestras propias rutinas. Una alimentación saludable, una correcta hidratación, un sueño reparador, una vida tranquila y un poco de ejercicio físico moderado cada día nos ayudan a tener mejor aspecto, y eso se nota en la piel.

La limpieza del cutis

Pero hay algo más que podemos hacer para cuidar el cutis y se puede resumir en pocas palabras: limpieza, tonificación, hidratación y nutrición. La limpieza del rostro es fundamental para que la piel luzca luminosa. Lo más recomendable es hacerlo por la mañana, como primer paso para prepararla antes de exponernos a agresiones externas como el sol o la contaminación, y por la noche, para eliminar los residuos de maquillaje, el sudor, las toxinas del ambiente, el polvo y la suciedad acumuladas y las células muertas. Si es con ayuda de cremas faciales, mejor.

Cuidados de la piel del rostro

No conviene abusar de la higiene facial, pues la piel podría irritarse, y es preciso utilizar  jabones suaves que no alteren el pH de nuestra piel. Al aplicarlos, se pueden realizar pequeños masajes circulares para activar la circulación y posteriormente, tras el enjuagado, aplicar un tónico para cerrar los poros. Recomendables: Sensilis Ritual Care, Skinceuticals Gentle Cleanser (para pieles secas) y muchos más.

La crema exfoliante

La piel se regenera, aproximadamente, cada 21-30 días de forma espontánea con el desprendimiento de las células muertas. Con el paso del tiempo o en etapas de fatiga pronunciada, estrés o depresión, esta renovación celular se hace más lenta y la acumulación de células muertas hace que la piel pierda su luminosidad.

La exfoliación no es más que un proceso de limpieza con productos que permiten que esas células muertas se desprendan de la capa superficial de la piel para que ésta pueda respirar y absorber los nutrientes y principios activos de los tratamientos posteriores. Recomendamos las cremas faciales de Avéne suave, exfoliante Lierac Gommage Douceuro o Sensilis  Silhouessence.

crema exfolianteLierac Gommage Douceur

 

Existen multitud de jabones exfoliantes en el mercado y es importante elegir uno que se adapte a nuestro tipo de piel, que no la irrite y que sea hipoalergénico. Para su aplicación, la piel debe estar húmeda y se pueden emplear las yemas de los dedos o cepillos especialmente diseñados para este fin. Como tras cualquier de limpieza cutánea, es recomendable terminar aplicando un tónico facial.

El siguiente paso: la crema hidratante

Tras la limpieza, la piel pierde grasa y necesita hidratación. Las cremas faciales y emulsiones hidratantes permiten que la piel mantenga el grado de humectación que necesita para recuperar su equilibrio natural y presentar un aspecto elástico y luminoso.

La hidratación debe realizarse por la mañana tras la limpieza facial. En lugares con climas muy soleados es muy importante que la crema hidratante que se emplee para el rostro cuente con un Factor de Protección Solar como mínimo de 15, que deberá ser superior cuanto más blanca sea la piel. Buenas cremas hidratantes son La Roche Possay Toleriane, Sensilis Glacier Essense para pieles muy secas o Lierac Mesolift, pero hay otras cremas hidratantes.

cremas hidratantesLas pieles secas y muy secas necesitarán repetir la aplicación de cremas hidratantes más veces a lo largo del día y utilizar productos especialmente diseñados para ese tipo de pieles.

Por último, la nutrición

Las cremas nutritivas son fundamentales para un buen cuidado del cutis. Suelen ser más grasas y se aplican por la noche para acelerar la regeneración natural de las células. Estas cremas, cuyo uso se recomienda a partir de los 25 años de edad, aproximadamente, ayudan a reparar los daños causados durante el día y, por tanto, a luchar contra los signos de envejecimiento.

Para su aplicación, es fundamental retirar los restos de maquillaje y lavar y tonificar el rostro. El mejor momento para hacerlo es justo antes de irse a dormir, y se debe extender sobre el rostro seco con suaves movimientos circulares.

Como en cualquier tratamiento de belleza, los cuidados del rostro requieren constancia para que los resultados sean visibles. No hay que perder de vista que ninguna crema obrará milagros, pero es importante tener en cuenta que si incorporamos estos consejos a nuestra rutina diaria podemos ralentizar el envejecimiento de la piel y lucir un cutis más sano y elástico.

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