Las pieles grasas son aquellas que presentan una mayor actividad de las glándulas sebáceas, por lo que suelen estar asociadas a la presencia de acné (aunque no siempre tiene por qué ser así). Se caracterizan por ser más gruesas y porque los poros de la piel son más visibles, por lo que también es más frecuente la presencia de puntos negros y otras ‘imperfecciones’ cutáneas. Una de las principales desventajas estéticas de este tipo de pieles son los brillos del cutis, más difíciles de enmascarar.
El cuidado de las pieles grasas pasa por la adopción de unas rutinas específicas centradas, fundamentalmente, en el incremento de los lavados faciales y la exfoliación y el uso de jabones, geles y cremas específicos.
Consejos generales
- La salud facial para este y otro tipo de pieles comienza por una correcta hidratación, por lo que es importante beber entre 1,5 y dos litros de agua al día.
- El sol perjudica la piel y puede empeorar la apariencia de los cutis grasos. Es fundamental utilizar una crema facial con un factor de protección solar adecuado a cada fototipo. Existen multitud de emulsiones ligeras especialmente diseñadas para las pieles grasas, como Avene Emulsion 50.
- La grasa capilar, al contacto con la piel del rostro, favorece la producción de sebo. Es recomendable tener el pelo limpio para evitar que, por contacto, se incremente la grasa del cutis.
- Los puntos negros, granitos y espinillas no deben tocarse, ya que se pueden originar infecciones, lo que empeoraría considerablemente el aspecto de la piel. Las rutinas de limpieza y la aplicación de productos específicos para el acné ayudarán a que estas imperfecciones desaparezcan.
- El maquillaje debe ser ligero, preferiblemente en gel, fluido o polvos, lo que favorecerá la hidratación sin producir brillos.
La higiene diaria: cremas para pieles grasas
Aunque ya hemos comentado en otras ocasiones que la higiene facial debe ser diaria independientemente del tipo de piel que se tenga, en el caso de las pieles grasas esta máxima adquiere, si cabe, mayor importancia. La mejor manera de eliminar el exceso de grasa facial es lavando la cara con mayor frecuencia y exfoliando dos veces a la semana, aproximadamente.
Para la higiene diaria deben utilizarse geles específicos, libres de grasas y astringentes, y fluidos purificantes que aporten a la piel un efecto mate. También se pueden emplear mascarillas de arcilla o similares y es recomendable exfoliar la piel una o dos veces en semana para liberar los poros de las impurezas, un tratamiento que deberá completarse con la posterior tonificación (siempre con tónicos sin alcohol, para evitar que la piel se irrite) e hidratación.
La limpieza facial debe realizarse, como mínimo, dos veces al día (mañana y noche) y siempre después de haber retirado el maquillaje con una base hidratante que no contenga grasa.
La hidratación
Pese a que pueda parecer lo contrario, las pieles grasas también necesitan hidratación, pero para ello es preciso elegir los productos adecuados. Hoy en día existen multitud de cremas y compuestos faciales libres de aceites, que aportan hidratación sin incrementar el sebo y que están especialmente recomendados para pieles grasas y acneicas.
La aplicación de emulsiones hidratantes debe realizarse por la mañana y por la noche, tras la higiene facial, aunque será la propia piel a que nos indique si es preciso incrementar o reducir la hidratación.
Aunque son muchas las marcas que trabajan productos específicos para el cuidado de las pieles grasas, queremos destacar el tripack de Eucerin, que incluye un gel, un tónico y una crema para las pieles acneicas. Estos productos ayudan a mantener el cuidado diario de las pieles grasas limpiando los poros, matizando las imperfecciones y proporcionando hidratación sin aportar grasas.